Este proyecto, ubicado en el corazón del vibrante Distrito Artístico de RiNo en Denver, no es simplemente un edificio; es un diálogo cuidadosamente orquestado entre la energía dinámica del vecindario y el entorno construido. La estrategia de diseño, en su esencia, es un ejercicio de internalización: atraer la esencia misma del pulso creativo de RiNo al núcleo del edificio. Esto se logra no a través de la imitación, sino a través de una respuesta considerada al sitio y una interpretación inteligente del código de construcción.
Una intencional lectura errónea de las regulaciones de zonificación, en lugar de un obstáculo, se convirtió en el catalizador del proyecto. Este afortunado error, que resultó en una reducción escalonada en la huella del edificio a medida que se eleva, ha producido un volumen interior inesperado y convincente. Este espacio interno, nacido de un malentendido regulatorio, fomenta una conexión única con el exterior, difuminando las líneas entre el interior y el exterior.