Este proyecto es una exploración innovadora de las posibilidades que ofrece el código de planeamiento urbano, una búsqueda por aprovechar al máximo la relación entre el volumen y la superficie construibles. En lugar de limitarse a una simple distribución estándar, el diseño se enfoca en la creación de condiciones espaciales dinámicas tanto en su interior como en su exterior, buscando siempre la interacción entre ellos.
El concepto central del proyecto es la creación de vacíos interrelacionados que permitan una fluidez entre los espacios internos y externos. La disposición de las unidades está pensada para aprovechar al máximo la diferencia entre las superficies construibles y el volumen disponible, de modo que se generen espacios de doble altura interior que no solo crean un sentido de amplitud, sino que también conectan visualmente con terrazas de triple altura. Estas terrazas, además de ofrecer una vista privilegiada hacia el frente, ofrecen ángulos de observación diagonales y cruzados, potenciando la relación entre las unidades y su contexto.
La estrategia arquitectónica se basa en separar las unidades más pequeñas entre sí, lo que crea vacíos que permiten la integración de las unidades más grandes. Así, el proyecto organiza las unidades de forma que las más grandes ocupan los espacios intermedios, generando distintas alturas que modulan la percepción del espacio: un sector en simple altura, otro en doble altura y una terraza frente a la doble altura. Estos niveles no son solo una cuestión de estética, sino que permiten la flexibilidad en el uso del espacio.